jueves, 2 de abril de 2020

LA MATERNIDAD

Ser madre… “qué proyecto más hermoso“…pero duro a la vez.

Hasta ahora no encontré la ocasión de plasmar mi vivencia personal tanto desde el
momento de quedarme embarazada hasta después del nacimiento de mi hija, una
personita que ha estado unida a mí en el vientre durante casi nueve meses.
Comencé este camino en 2018, tras un aborto lo pasé bastante mal pero seguí
intentándolo y, después de duras y varias pruebas, por fin “la cosa” comenzó a cuajar en
2019. No me di por rendida porque era algo muy deseado; sí que es verdad que estás con
un miedo continuo desde el momento en el que te haces la prueba de embarazo, después
viene la primera ecografía, la segunda… Oyes como late el corazón de tu bebé y ves que
sigue todo adelante, cada día y cada semana es un escalón más que vas superando de
miedos e incertidumbre.
Personalmente, no he tenido un embarazo malo, sólo en la recta final ha sido lo
peor; sin embargo, lo gratificante y bonito es que a partir del sexto mes es cuando más o
menos comienzas a sentir como tu bebé te da pataditas y continua latiendo el corazón
dentro de tu vientre aún más fuerte, ¡qué cosa más hermosa! y que sólo puede
experimentar una mujer.
Después de todo el proceso… llega el día 24 de febrero; con quince días de
adelanto, en la semana 38 de gestación, nace el ser más hermoso que a mí como mujer y
madre me llena plenamente de FELICIDAD, su nombre es ALBA.

Por otro lado, me gustaría destacar que el aspecto hormonal y la ansiedad me
marcaron durante el embarazo y también en el postparto, sintiendo un mar de emociones,
mal humor sin saber por qué a veces, te sientes culpable de muchas situaciones y
sobretodo lo pagas con la persona que tienes al lado.
El tema lactancia me ha causado un poco de ansiedad y dependencia, sobre todo el
llanto de mi pequeña y no saber que le pasaba, pero una vez que decidí darle
exclusivamente biberón para no crear un vínculo de irritación entre ella y yo, la situación
mejoró muchísimo.
Así, fui tomando el control de la situación y ahora todo es más llevadero, me siento
más liberada…, me permite por tanto dedicarme también al cuidado de otra persona, que
es mi padre de 85 años, que está exclusivamente a mi cargo.

En la vida me he marcado muchos objetivos y sueños que toda persona puede llegar
a conseguir. Uno de ellos era casarme algún día y lo cumplí siendo hasta entonces el día
más feliz de mi vida hasta el momento de ser madre. Tengo la suerte de tener a mi lado al
mejor padre y marido del mundo y a una hija, quienes hacen sentirme más fuerte de lo que
soy.
Animo a toda mujer para que, en pareja o sola, no se quede con las ganas de
ejecutar el proyecto de ser madre y vivir esta experiencia, que en mi caso ha sido y es muy
gratificante.

Alba:
Eres la luz de mis días,
aliento de mis mañanas,
el timón que guía mi vida,
la fuerza que me acompaña.

FIN


Autora: Amparo Castillo Díaz

1 de Abril de 2020

2 comentarios:

  1. ¡que linda tiene que ser Alba!, a ver si, despues de esto, te la puedes llevar a alguna de nuestras salidas, le dará el sol, disfrutará de tod@s los de Avance...

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