martes, 14 de abril de 2020


AMOR EN TIEMPOS DEL COVID-19

Amado esposo mío, estamos bien, en casa de mi madre Demeter.
Como tú sabes, todas las primaveras nos toca ir al pueblo, pero esta vez, querido mío, es diferente, ¿te acuerdas que, en la mudanza, nuestra Melinoe se quería llevar un vestido negro?, ¡pues se lo llevó, y mira que le dije que no se lleve ropas góticas y negras al pueblo!, y lo lució para pasear en estas tardes de sol.
Estamos en serios problemas por culpa de ese vestido...se compró en un bazar chino y causó sensación en el pueblo, las chicas le preguntaban donde se había comprado, los chicos, si querían salir con ella.
Pero días después, todo el pueblo empezaba a toser, con fiebre, falta de aíre : el ambulatorio de Asclepio se llenaba de gente, todos/as con fiebre, tos. Las autoridades investigaron el asunto, y la agencia privada Ares descubrió el culpable  :  El vestido negro de Melinoe.
Todo el pueblo señalando a nuestra hija, comentarios, insultos, pintadas...”¡vuelve a tu ciudad, bruja!” era lo menos borde que había en las fachadas.
Denuncié el hecho a la policía, pero nada, siendo culpable nuestra hija, poco podían hacer, incluso me ofrecieron quemar públicamente el vestido, para sofocar la ira de los paisanos.
¿muerto el perro se acabó la rabia?, al contrario, las muestras de odio seguían contra nosotras, ¿Qué podía hacer?.
Por suerte, mi hermana Artemisa, la que vive en el campo, se ofreció acoger a Melinoe, para que no pase malos ratos. Ella, encantada, se convirtió en su ayudante, 2 veces por semana se va de cacería con su tía a cazar conejos, liebres, jabalíes...parece que la vida campestre le va mejor, los pueblerinos están más calmados.
Zeus, el alcalde, para evitar contagios, puso un B.O.E : todo el pueblo debe de permanecer en cuarentena, solo se puede salir para comprar en los mercados, citas médicas, ir a correos y sacar a las mascotas.
Y eso es lo que estoy haciendo en casa de mi madre : ayudarla en las tareas de casa, pintar paisajes, esquejar geranios y gitanillas, preparar tierra para las macetas, poner semillas de rosas, claveles, y preparar jóvenes arbolitos para llevarlos al invernadero.
¡ay, cielo mío, no poder pasear por el pueblo, comprar en el mercadillo, traer churritos para el desayuno, ir de compras con Melinoe y mi madre, un cine en el casino Dionisos, día de pic nic con Artemisa!. Todo eso se acabó, hasta que pase la cuarentena, todo el ocio cerrrado.
En fin, tesoro, hay que tener paciencia. Espero que esto se acabe, y será como una 2nda primavera, pues este encierro no se diferencia mucho de cómo estamos en tu reino.
Ya sabes, amado mío, cuando sea 21 de septiembre, volveremos Melinoe y yó, y lo celebraremos juntos, paseando a lomos de Cerbero, cruzaremos el Estigia, el Aqueronte y el Mnemosine en barca, y disfrutaremos de conciertos de arpa, que nos ofrecen Orfeo y Pandora.
Te quiere, aunque me secuestraste, tu Perséfone.

Realizado por : María del Mar Elías, para el blog de prensa.

1 comentario:

  1. Me encanta la historia, la imaginación al vuelo, intercalada con dosis grandes de realidad.

    ResponderEliminar