¡Otra vez a Madrid!, se nos olvidó ver ciertas atracciones el año pasado, pero, como fuimos Raquel y yo
de exclusiva al musical de “El rey león”, tampoco es que tuviéramos mucho tiempo para hacer turismo.
Esta vez, la visita fue más larga, casi 1 semana, pero la semana bien aprovechada y pensada, pues las
entradas y horarios ya los teníamos de antemano, todo comprado y pagado, y reservado.
Y el martes 19 de abril, después de Semana Santa, 1a coger el A.V.E!.
A las 3 de la tarde salía el tren, nos daba tiempo de comer en el Mcdonal (comida rápida para un tren
rápido) y después del mc menú, a pasar por el control de equipajes, y a montarnos, rumbo a Madrid.
Llegada a las 5 de la tarde, con una película de dibus infumable, ¿por qué las pelis del A.V.E son
malas?, otra vez el control de equipaje, compra del bonometro Madrid, y a el piso de mi hermano, que
se alegró mucho de verme.
Como llegamos tarde, esta vez no era plan de salir a visitar, eso, para mañana.
MIÉRCOLES 20, SOL Y PRADO.
Queríamos ver el parque del retiro, pero el horario del museo del Prado era por la tarde: de 18 a 20, el
Prado es gratis, de lunes a viernes.
Estar todo el día fuera no está mal, pero cansa, y si por la tarde tenemos reserva del museo...se cambia
el parque por una visita a la calle Sol, la calle más comercial de Madrid, a las 16/00.
Lluvia, lluvia y frío, en Madrid no llega la primavera hasta el 10 de mayo. Se nota que hay diferencia de
temperaturas, a más altitud, más frio, de 37o sevillanos a 40o grados norteños (ojo, son grados
geográficos), l@s madrileñ@s, td con abrigos, botas, bufandas.
Menos mal que compré un paraguas de bolso en Santa Justa, me salvó el día, y todos los días de la
capital.
En la calle Sol hay una tienda de esas raras, Santería Milagrosa, una tienda de esoterismo, de esas que
venden velones, aceites para tal fin, velas con formas para hechizos, libros, y el museo del tarot, más de
100 mazos de cartas adivinatorias, todas en venta.
Como se acercaba el cumpleaños de mi hermana, decidí regalarle un libro de hechizos y consejos para
la vida, y un montón de inciensos.
De la tienda Harry Potter, a la cultura de cuadros famosos, directas al museo del Prado, que está cerca.
Colas para sacar la entrada, colas para entrar: grupos, escolares, turistas que saben el horario, tod@s
para el museo, y eso que era día laborable.
Ya dentro: ¿Qué vemos?, hay una guía, podemos seguirla, mejor vemos la parte de abajo, y la parte de
abajo vimos, para 2 horas de visita, está bien ver solo 1 parte, que el museo es grandísimo.
Te puedes perder fácilmente en el Prado, de tantas salas como tiene, y es que, en 1 sala, se puede
dividir en varias, para dar cabida a más de 1000 cuadros...
Vimos La anunciación, de Frangélico, los niños en la playa, de Sorolla, las famosas pinturas negras, de
Goya, cuadros de Botticelli, Fortuni, Madrazo, las famosas Meninas de Velázquez, cuadros religiosos
grandísimos, ¡cuánta cultura en solo 1 sala!.
En el museo tb hay esculturas, esculturas clásicas, de dioses y diosas, todas en mármol, algunas
estaban desnudas, y no pude evitar ver los “masculinos” de los dioses, y su posterior crítica.
Terminando la visita, la tienda de souvenires, que no eran baratos, pero las postales estaban a buen
precio: 10 postales por 8 €, y chapas de las meninas a 1’5€, eso estaba para todo bolsillo.
A coger el metro, y a ver lo que nos espera al día siguiente.
MUSEO DE CERA, Y ADVERTENCIA.
Lluvia, lluvia grande en Madrid, y con viento y frío, pero el tiempo no nos detuvo para ver otra atracción,
el museo de cera.
Cuando yo era pequeña, fui con mis padres a ver el museo, y tengo una fotografía con Félix Rodrigez
de la Fuente. 40 años después, veo el museo, y tuve que hacerme foto obligada con Félix de la Fuente.
Una sorpresa: antes del museo, hay otra atracción, que se puede visitar al mismo precio que la entrada,
el tren del terror.
Son las figuras de cera que sobran del museo, da más miedo al principio, pero cuando te montas en el
tren...eso no da miedo, más bien nostalgia, pues están los dinosaurios de parque jurásico,
extraterrestres de pelis de los años 70, Star Wars, ¡ui, lo que me gustó esa sección!, y el payaso ese de
terror tan famosos en estos tiempos.
Dentro del museo, se divide en 2 salas: la 1ra es sobre la historia, desde los primitivos hasta 1975, con
su majestad, Juan Carlos, diciendo adiós a l@s visitantes.
La otra sala tenía más interés, grupos de personajes para que te hagas fotos con ell@s: el mundo de los
pintores, escritores del 98, el mundo del toreo, las folclóricas y personajes de los 50, que le gustaban los
toros, el Oeste, con Clinck Eastwood, Leonardo di Caprio, Jonh Waine, el mundo de los cantantes pop,
el mundo de Hollywood, mundo infantil, superhéroes, el mundo del fútball, mundo religioso, mundo
científico (¡mira que no poner a Tesla!), y arriba, ¡el mundo del crimen!, eso daba más miedo que el tren.
Después de ver el museo, dimos un paseo por la calle Recoletos, esto de visitar Madrid es como hacer
el living action del Monopoli, pasas por las calles del juego, sin pagar por quedarte en los hoteles
propiedades de otr@s jugadores.
De la fuente de Neptuno, calle arriba, hasta la calle Sol, donde el comercio y la hostelería barata se dan
la mano.
Nos perdimos, pero gracias a esa pérdida, dimos con una tienda de souvenires bastante molona, y
decidimos hacer el resto de compras que nos faltaba,
Dimos con la dirección correcta, y almorzamos en un Mcdonal...
Son famos@s l@s carteristas en la calle Sol, donde hay mucha gente, ahí están esos pícar@s.
Me creía que los pícar@s carteristas estaban solo por las calles de la Puerta del Sol, ¡inocente criaturita,
la que escribe!, resultó que me robaron la cartera, en pleno Mcdonal de la calle Esparteros, carterist@s
que se aprovechan de sitios donde hay mucha gente, ya sea fuera, ya sea dentro.
Consejos para evitar robos y disgustos.
1-tu cartera, y tu móvil y cosas de valor, que no estén a la vista ni al alcance de personas.
2-si te roban y tienes la tarjeta de crédito en tu cartera, llama a tu banco y anula tu tarjeta de inmediato,
l@s pícar@s carteristas te despluman tu cuenta a base de compras por menos de 20€, ya que, si hacen
compras de más de 20€, le piden el PIN.
3-¡nada de mochilas!, l@s pícar@s carteristas tienen la habilidad de abrir y cerrar cremalleras de
mochilas a la espalda, mejor bolso bandolera, para evitar tirones, o la mochila puesta por delante, mejor
si son mochilas de tela, de esas con cierre de cuerdas.
Se estropeó el bonito día de fotos con personajes, risas en el tren, compras de recuerdos. Pasé la tarde
metida en comisaría, denunciando el robo, para que el carterista no quede impune.
RISAS DESPUÉS DE LA TORMENTA.
Más lluvia, lluvia acompañada de tormenton gordo, y como ese día estaba programado ver un teatro,
nos dimos la mañana libre.
Y por la tarde, antes de entrar en el teatro Arlequín, una vueltecita por la gran vía, con un amigo de
Raquel, que se conoce los madriles.
La lluvia no da tregua, nos metimos en una sidrería asturiana (hay mucha afición en Madrid por la
comida del Norte, sidrerías asturianas y pulperías gallegas, por todo rincón) y merendamos refrescos y
una tapita de chorizo navarro, ¡que bien sienta un chorizo picante!, tb para ver si la lluvia gorda
escampa.
Bueno, ya parece que no llueve tanto, y el teatro, en media hora empieza.
Si en Sevilla hay salas de cines, en la capital hay salas de teatro, hay más afición por el teatro que por
el cine, las entradas, más baratas en butacas que en cinecitá.
Cola super larga para entrar, justo al lado de donde “El rey león”. La obra de teatro que vimos era
“Gracias por venir”, un simpatiquísimo homenaje a Lina Morgan, con canciones, elenco que rompía la
4rta pared y hablaban con los espectadores, risas desde el comienzo, hasta el final.
Otra vez la señora de las gotas y los charcos, refugio en la entrada del hotel “ Emperador”, un familiar
de Raquel nos esperaba, y de vuelta al piso de mi hermano, a hacer las maletas.
AHÍ TE DEJO, MADRID.
¡gracias, Shakira!, y que casual que mi hermano, tb bajaba a Sevilla, pero en autobús.
Compartimos CABIFI, yo me bajé antes, pero tuve que madrugar para ahorrarme metro. Desayuno en
Atocha, visita al jardín botánico de Atocha, que, por el COVID 19 ya no permiten entrar, solo se puede
ver los alrededores.
Atocha, aparte de la estación de tren, es un centro comercial de 2 plantas: tiendas de cosmética,
restaurantes cafeterías, tiendas de recuerdos, regalos, W.C que parecen Spás, donde te puedes duchar,
sauna, cambiar de ropa, ¿y donde hay un W.C normalito, de esos con servicio y lavabos?.
En la planta de arriba, donde es la sala de espera para coger los trenes. La sala de abajo, aparte de los
comercios, es enlace metro-trenes de cercanías.
El A.V.E llegó pronto, pasando por el control de equipaje, buscando tu vagón, maleta dentro, y a esperar
a que arranque el tren, lleno de fans del Betis y del Valencia, final de la copa del Rey.
Un viaje de vuelta muy entretenido, pues nos tocó el vagón 4, y delante nuestra, el vagón 3, donde la
cafetería.
Muy divertido, porque los fans futboler@s abandonaron sus asientos, e hicieron de la cafetería su punto
de reunión. Desde mi asiento puede escuchar gritos, alirones, bufandas que vuelan...hasta las
camareras del A.V.E se contagiaron del ambiente, animando a su equipo.
Uno del Betis enseñando a uno del Valencia palabras andaluzas, solo en el A.V.E se puede dar esa
clase.
El ambiente futbolero estaba mejor que la infumable peli del A.V.E: unos niñ@s irlandeses que salvaron
a un elefante del zoo de Belfast, en plena segunda guerra mundial.
Llegada a Sevilla, comprobación de mi cuenta, sorpresa que el tiparraco me robó casi 60€, recuperación
de documentos en proceso, reparto de souvenires y regalos, pues llegué en el cumpleaños de mi
hermana, mi hermano vino 2 horas después que yó.
Y esta ha sido mi visita por los madriles, la próx vez, toca el museo Tissen Bornemisa, el jardín
botánico, pasear por el Madrid de los Austrias, y ver, sin prisas, el museo Reina Sofía.
Realizado por : M.a del Mar Elías Revilla.
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