domingo, 31 de julio de 2022

RECETAS CON SABOR UCRANIANO


La ensaladilla rusa... no, no es la receta de abril, es lo que está ocurriendo por el otro lado de

Europa.

Para empezar, las patatas, o, mejor dicho, el patata de Putin, porque hay que ser patata

podrida para querer invadir un país que no tiene grandes riquezas, no tiene ni petróleo. ¿Qué

tiene Ucrania que no tenga Japón, o China?.

Ucrania tiene un suelo bastante fértil, sus plantaciones de centeno y ajenjo dan vodka y

absenta, los girasoles crecen en ese trocito europeo mitad mediterráneo, mitad eslavo, sus

minas son ricas en Uranio (¡buff, Chernobil!), y era un país pintoresco, con turismo e historia,

pues la ciudad de Odessa y la península de Crimea (el imperio tártaro, los cosacos), están

cerca de Ucrania.

Algo hay, que Putin quiere, para mí que Putin quiere tener el monopolio de minerales

radiactivos, que se usan en medicina, para tratar el cáncer y eliminar tumores, hacer

radiografías.

Quien tenga el control sobre minerales radiactivos puede especular con el precio, venderlo caro

y hacerse rico, aprovechándose de una necesidad básica, pues la salud es una de las

columnas del bienestar de las personas.

Tb quiere aislar a Ucrania del mar Negro, y tener Rusia el control marítimo, pues Rusia solo tiene

acceso por el mar Negro, el mar de Mármara, mar mediterráneo, estrecho de Gibraltar (donde el paso

de los submarinos nucleares), y el océano Atlántico, las aguas ricas en pesca.

Si aísla a Ucrania del mar Negro, Rusia se hace con el control de aduanas, y cobra impuestos a los

barcos pesqueros ucranianos, haciéndose rico Putin, de nuevo, con una necesidad básica: la pesca y la

alimentación, a la vez que peligra muchos puestos de trabajo en las costas ucranianas.

Una ensaladilla rusa, es lo que hay pasando los Cárpatos y el Caúcaso.

Pero el mundo se vuelca por Ucrania: solidaridad, conciertos, manifestaciones por la paz, negociaciones

que van lentas, la resistencia espartana de los ucranian@s.

Por Ucrania, estas 2 recetas que recuerdan las raíces con otras culturas, Ucrania tiene mezcla artística.

Kartoshka (bolitas que parecen trufas)

INGREDIENTES : 22 galletas maría, 4 cucharadas de mantequilla, 1 cucharada de cacao en polvo, 1

vaso de azúcar, medio vaso de leche, medio vaso de fruto seco machacado (opcional), harina para

espesar la masa.

PREPARACIÓN: se machacan las 22 galletas en el mortero, o se ponen en la picadora, para hacerlas

polvo, se hace un volcán y dentro se ponen las 4 cucharadas de mantequilla derretida, la cucharada de

cacao en polvo, el azúcar, el medio vaso de leche, y el medio vaso de fruto seco.

Se remueve todo, hasta hacerlo masa, si se ve que la masa tiene poca consistencia, se le echa harina

hasta ver que la masa se vuelve manejable.

Se hacen bolitas con las 2 manos, y se espolvorean con el cacao en polvo, quedan como ricas trufas,

sin ser trufas.


Verhuny

Es una masa parecida a nuestros pestiños, demostrando que Ucrania tiene raíces latinas. Los

verhuny se comen en Semana Santa.

INGREDIENTES: 2 huevos, medio vaso de harina, 2 cucharadas de azúcar en polvo, medio

vaso de aceite de oliva o de girasol, medio vaso de vodka (se nota que Ucrania es eslava, si no

tenéis vodka, puede valer coñac, o ron).

PREPARACIÓN: se baten los 2 huevos en un bol, se le añade la harina, y el medio vaso de

licor, se amasa muy bien.


Se extiende la masa en la encimera, con harina abajo, para que no se pegue, y se extiende con

el rodillo hasta que la masa sea fina, de un mm de espesor.

Damos forma a los verhuny, en Ucrania se hace cortando en cuadrado y enrollando la masa,

como en forma de lazo, pero aquí, en España, se hace con la forma de pestiño, poniendo los

extremos al centro de la masa y pegando un poco en el centro.

Se pone en la sartén el medio vaso de aceite, se fríen cuando el aceite esté humeante, se

escurren, se dejan enfriar, y se espolvorean con el azúcar en polvo.

Los ucranian@s lo acompañan de crema agria, pero aquí, en Andalucía, le echamos miel a

esta masa de las frías estepas.

Hay 1 variedad: si cogemos la masa y le hacemos bolas, y las freímos, se quedan como ricas

magdalenas-berlinas, y se pueden rellenar por dentro: sólo hay que hacer un agujero al bollito

frito, agrandarlo con una brocheta de madera, y con ayuda de una manga pastelera, rellenarlo

de crema pastelera, o salsa de chocolate, o de merengue italiano, o salsa de chocolate blanco.

Y a ver si hay un conflicto interno en Rusia, los rus@s entran en el Kremlin con la misma fuerza

que mi generación destruyó el muro de Berlín, Putin huye, dimite, y se acaba la guerra con

Ucrania.

Realizado por: Ma del Mar Elías Revilla

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