MASCOTAS GUSANILES (y su trágico destino)
Antes de tener a Leia, mi gatita, tuve, hace casi 10 años,
unas mascotas poco usuales.
Todo empezó en un día de feria de abril, cuando mi padre y
yo fuimos al Real en metro, parada Olivar de Quintos.
Allí, en la acera, había una caja grande, que estaba llena
de...gusanitos de seda, si, si, casi 100 gusanos de seda que estaban
abandonados, a su suerte.
Mi cara al verlos lo decía todo, ¡me encantan esos
gusanitos!, pero íbamos a la feria, no era plan de llevarlos, estar con la caja
por el Real y volver. Mi padre tuvo 1 idea : -”si al volver, la caja sigue en
la acera, te puedes llevar los gusanitos”-.
Llegada a la 1 AM, los gusanos seguían en la acera :-”anda,
Mari, cógelos, creía que con la feria se te habían olvidado”-.
Y así llegué a tener mascotas gusaniles.
Criarlos es fácil, sobre todo cuando se tiene un árbol
morero en el parque : cada 3 días me iba con un pequeño banquito, y cogía hojas
de morera fresca, para mis bichitos, que ya estaban haciendo el cascabullo.
Decidí ponerles nombres, como los gusanos se relacionan con
el más allá, los llamé como los dioses clásicos del infierno, parecían mis
gusanitos “los caballeros del zodíaco” :
se llamaban Hades, Perséfone, Radamantis, Minos, Aiacos, Caronte,
Pandora, Hécate, Tánatos, Hipnos, Orfeo, Eurídice...sin saber si eran
machos-hembras.
Y cuando rompieron el cascabullo, salieron bellas y grises
polillas, que se aparearon y pusieron huevos, algunas polillas ( Radamantis se
convirtió en zángano y no puso huevos).
Para protegerlos del calor, los puse en el garage, dentro de
una caja de zapatos...Error gordísimo.
En el garage hay todo un ecosistema de bichitos, insectos
propios del polvo y madera, y hormigas.
Hormigas que se comieron todos los huevos, no dejaron ni 1.
Cuando abrí la caja, para ver si habían nuevas polillas por salir, todos los
huevos grises abiertos por arriba.
Tenía la esperanza de los cascabullos si abrir. Además de
las hormigas, otros animales se alimentan de mis gusanitos : las salamarquesas.
Las trepadoras nocturnas se comieron los cascabullos sin
abrir, lo sé porque vi a una con el único cascabullo en la boca, saliendo de la
caja.
Adiós a la única posibilidad de descendencia gusanil, y
adiós a mis mascotas de seda.
Desde entonces, no he tenido gusanitos, y ahora menos, mi
gatita Leia se come las polillas que caza en el salón, y es capaz de comerse mi
ejército sedoso inframundista.
Realizado por : Mª del Mar Elías
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