miércoles, 24 de junio de 2020

La verdad es que hay miedo a todo, a veces, esto del coronavirus no lo veo muy claro. No nos lo estamos tomando en serio de verdad y puede tocarnos a cualquiera de nosotros, pero hay que mirar el lado positivo, ahora podemos salir y entrar. Yo en la época del confinamiento hubo momentos que lo pasé canutas, lo pasé muy mal. Ahora parece que está habiendo rebrotes y gente muy irresponsable por ahí. En el confinamiento: Los animales, las plantas, el aire, el mundo, el planeta se tomó un respiro muy grande, más oxígeno, más lluvia, más tormentas, la naturaleza se merece mucho más de lo que le damos, porque ella nos da muchísimo, casi todo por no decir todo. Los pájaros, los árboles, que nos dan el aire y captan la polución, todos los animales, los bosques. Yo he pasado el confinamiento en un pueblecito muy lindo y en una casa en la que tenia todo: “para no echar de menos la calle ni la gente”. Por el espacio de la casa y las nuevas tecnologías (el portátil). Me he dedicado a leer y a escribir, que creo que es mucho, para llenar las horas.  He escrito mucho, y, me he leído cuatro libros y si lo retomo ( la lectura, también) van a ser seis pronto : ) Nada más terminar o que parecía que terminaba la pesadilla (aunque para mí ha sido un respiro). Con la fase 3 en Andalucía he estado en la playa unos días, me he puesto morenito, he pasado ratos muy divertidos con mi madre, he comido pescaito, helados…. mi paseíto por la playa, de chiringuito, la brisa marina etcétera y también he pasado malos momentos, es inevitable.
 Todos pasamos malos momentos y yo soy una persona que nada más me despisto un poco, tengo muchos problemas para tirar para adelante, tengo que cuidarme “hasta el extremo” tener cuidado y cuidados (por mí y para mí) por mi personalidad inestable, soy TLP, aparte el carácter, la forma de ser. Soy una persona especial y eso hace que tenga que estar haciendo cosas ( hiperactivo mentalmente hablando y sin el mentalmente….) como todos y no, porque soy yo el que piensa, hace y lleva las riendas de mi vida. Ni el vecino, ni Dios, ni un amigo, ni mi padre…. ni nadie puede manejarme mejor que yo mismo,  una persona especial y sensible. La forma de echar la mierda fuera, pensamientos, etcétera. Pilas recargándose. El actor principal de mi vida soy yo, el que lleva las riendas de ella soy yo, no hay que quejarse que es lo fácil hay que actuar ya, echarle cojones y enfrentarse a la verdad y a la realidad. Yo puedo dar gracias a Dios que he nacido en el seno de una familia unida por abuelos, padres, tíos, hermanos, primos etcétera, he tenido una buena educación, he tenido lo que he querido cuando he querido, he sido el rey de la casa durante diez años, hasta que naciera mi hermana, que es una bendición de Dios. He tenido una infancia muy bonita. No me ha faltado un plato de comida encima de la mesa nunca, ni un beso, ni un abrazo, he conocido a mis abuelos, padres, he tenido su cariño a raudales, la gente de mi alrededor, compañeros, amigos, profesores, he sentido su calor y tengo que dar millones de gracias por eso a Dios, por eso y por millones de cosas más. Así que ha llegado la hora de que sea yo el que devuelva todo lo que me han dado y me dan cada día. Soy cariñoso y bueno, la vida tiene esas circunstancias, tengo recuerdos muy bonitos. Al final queda uno mismo. Cuando he estado mal o regular, casi siempre acabo refugiándome en la escritura, querida letra amiga y palabra amiga, frase amiga, eres mi senda. Cuando escribo es ponerme y calmar el dolor por completo que siento, por eso queda pendiente el no esperar a estar mal para escribir y hacerlo un hábito para mí saludable y porque no diario. Yo desde muy pequeño he hablado mucho, siempre con todo el mundo, mis amigos decían que yo era el amigo de los niños y me inventaba historias fantasiosas. Hay palabras que no se pueden decir con la boca, se pueden escribir pero no decir, o no salen en ese momento o simplemente no cabe en contexto alguno, por eso aquí vuelo, aquí se vuela, se sueña, es como un parto, te doblegas, te divides, me divido, me vences, vences, ganas y pierdes, devuelves todo lo que el estómago rechaza, vomitas enfermedad, temores, males, los temblores se van, la negatividad se va fuera, queda impreso mi pensamiento, solo queda el alma al desnudo, la mente se funde con la fantasía y la fantasía con la realidad. Mientras escribes, lees tus pensamientos y vas siendo mas consciente de que estás vivo, puedes dar más y más….
Las palabras pueden volar, es decir, dices algo…. Si la escribes….
 Un libro es un tesoro, puede hacerte volar, son nuestras manos las que moldean día a día nuestras vidas, quizás sea muy profundo pero siempre lo he sido (profundo). Soñar despierto, porque no hacer de los sueños una realidad, mañana será mejor y si no es así pasado si será ahora el cambio llega en forma de correo electrónico, e- mail o como lo quieras llamar, llamémosle nuevas tecnologías. La mente no tiene fin, porque no puedo describir con palabras ciertas emociones, ni una sonrisa, ni una palabra, ni nada, es vivirla y punto, pero otras cosas y es mi caso también es que escribiéndolas, o describiéndola a través de papel y boli o lápiz, o a gusto del consumidor, en el portátil, la mayoría de las palabras que he usado aquí no puedo decirlas con mi boca, puedo escribirlas pero decirlas ya se me es más difícil o imposible casi…. Con imaginación podemos creer y hacer todo, cada uno utiliza sus armas para realizarlo y hacerlo posible, mi arma, la que hace que mi vida tenga sentido es la palabra, así que cuando me cohíben digámoslo así y no puedo describir o escribir algo pues me falta algo.
Desde muy pequeñito me inventaba cosas, y aquí me tenéis creando de la nada algo, improvisando. SI NO SUEÑAS ES PORQUE NO QUIERES. 

FÉLIX SILVA.

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