martes, 5 de octubre de 2021

SALIDA SEVILLANA DE AVANCE




Viernes 17 de septiembre, despertadores sonando a las 8/00, aseo, desayuno, arreglarse para ver la Giralda y las Setas, a las 10/00,  chic@s de AVANCE quedaron para formar el grupo .

 11 personas esperando a las puertas de la catedral, a que abran, para ver las maravillas cristianas que hay dentro de la catedral.

Dependiendo de tu grado de discapacidad, la entrada puede salir más barata, o aumentar de precio, eso sí, la entrada te permite ver toda la catedral entera, Giralda incluida.

Primera curiosidad: el wc estaba dentro de un pequeño patio auténtico sevillano, con una fuente central y plantas alrededor, un sitio con encanto, que parece más para sacar fotos que entrar para hacer “cosas urgentes”.

Dentro de la catedral hay mucha historia: cuadros, estatuas, distintas capillas que, dependiendo de los maravedíes y doblones de las familias nobles, esas capillas estaban más adornadas.

Llamó la atención la tumba de Cristóbal Colón, dicen por ahí que en esa tumba no está enterrado el navegante de las Indias, por su origen genovés, y que ahí está enterrado un familiar de Colón.

También hay una leyenda urbana, dicen que si tocas un pie de los guardias que custodian la tumba, una de esas estatuas se le mueve un ojo, para que tu salgas huyendo de miedo, porque dentro de esa tumba hay tesoros de los mayas y aztecas.

Se puede ver los pies limpitos de las estatuas, la gente los toca, a ver si es verdad eso del ojo, pero con la pandemia del Covid, han puesto cordones alrededor de la tumba, prohibido tocar y comprobar si es cierta la leyenda.

Pasamos a la sala de los tesoros, estos no son de las Américas, son objetos religiosos, algunos donados, otros, encargados a orfebres.

Coronas de Vírgenes y niños Jesús, relicarios, rosarios, adornados con piedras preciosas, y angelitos de porcelana, objetos de sacristía, pequeños carrillones para avisar a l@s feligres@s cuando hay que arrodillarse y levantarse, todo de oro, plata, grabados...

Con razón son los tesoros de la catedral, todo de lujo y cujo.

Cansancio en los visitantes, entramos en otra sala con asientos, muy propio, para una paradita, ¡hay tantas cosas que ver!

La sala estaba adornada con imágenes de mármol, y debajo de ellas, inscripciones en latín, explicando la escena, ¿hay alguien que sepa latín?, más o menos, se intuía lo que ponía, pero era por la escena bíblica, no por conocimientos de lenguas antiguas.

Terminamos la visita a la catedral con el retablo mayor, todo de oro, y 3 órganos grandes, sala del coro, y la Virgen de los Reyes en medio del retablo, la Señora de Sevilla.

A subir a la giralda, td@s con entusiasmo, que arriba del campanario hay vistas de la ciudad.

Primeras cuestas, no costaban mucho subirlas, pero las personas que bajaban se estaban riendo, como diciendo ”esto es solo el principio”.

Por la cuesta nº 10, ya se notaba el cansancio, ¡arriba, que todavía quedan rampas!, la mascarilla empezaba a sobrar, pero no te la puedes quitar, normas de higiene.


De vez en cuando, paraditas en los descansillos, darte la vuelta, bajarte la mascarilla, para respirar,  sin que te vean los otr@s.

¿Ya se han terminado las rampas? ¡Qué va, ahora, a subir unos tramos de escaleras!, directos al campanario.

Toda Sevilla a tus ojos:  terrazas con piscinas privadas, salas chill out privadas, para tomarte el gin tonic y montar tu quedada pija, tejados con gatos, ropa tendida, techos de la catedral, claraboyas de cristal, vistas del patio de los Naranjos, del parque de Mª Luisa, atracciones de Isla Mágica, la torre Pelli más cerca.

Y las campanas, que daban la hora, asustando a los turistas, sonaban muy fuerte, y eso que eran las campanas pequeñas, que si fueran las grandotas, dejarían sord@s al personal de arriba.

¿Quién tiene ganas de subir a las setas de la Encarnación?, ¡nadie!, ¿Quién quiere tomarse un refresco cuando acabemos la visita? ¡Tod@s!.

 Las setas, la dejaremos para otro día, ya estaba bien de tanta subida, y nos dará tiempo para visitar el anticuarium, el museo romano que hay debajo.

Nos faltó por ver a San Fernando, y el famoso lagarto de la catedral, pero todo no se puede, y más cuando eran las 13/30, y apetecía aperitivo

 En la antigua confitería Filella hacían unas pastas de recuerdo: los lagartos de la catedral.

La confitería cerró, pero la receta viajó hasta las tierras del Duero, y son llamadas “los lagartos de fray Tomás”.

Aquí os dejo las pastas.

INGREDIENTES: 1 vaso de harina, 5 cucharadas de mantequilla sin sal, o margarina, medio vaso de azúcar, 1 huevo, media cucharadita de vainilla en polvo, medio vaso de almendras molidas.

PREPARACIÓN: se mezcla la harina, la mantequilla, la vainilla, la mitad del azúcar, y la almendra molida. Se deja reposar media hora.

Se coge un cachito de masa y se le da forma de lagarto, o se compra un molde con forma de lagarto, especial cortapastas.

¿Ya tenemos el reptil?, se pinta con el huevo batido, y se le echa azúcar por encima.

Hornear durante 10 minutos, a 200º, dejar enfriar, y comerlo, como si se hubieran comprado en Filella.

En la plaza de San Salvador, a refrescarse por dentro, y cada un@, a donde quiera, la visita ha terminado.

En estos tiempos otoñales, hay que aprovechar para salidas, el tiempo acompaña, y los chic@s de AVANCE gustan de saber cosas sobre nuestra ciudad.


Realizado por : Mª del Mar Elías Revilla.


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