jueves, 29 de abril de 2021

SEVILLA EN PRIMAVERA

 El pasado martes 20 de abril, los chic@s de AVANCE salimos a ver los farolillos y los adornos de feria.

Por motivo del COVID, Semana Santa y feria, las fiestas de primavera en Sevilla, se suspendieron, pero las hermandades adornaron los pasos, se quedaron en sus iglesias.

Otro tanto pasó con la feria, sin casetas, sin luces, sin portada... para mantener la alegría se pusieron atracciones, los puestos de turrones, los helados italianos.

Adornos propios de la feria, en el centro urbano: farolillos, los palos con guirnaldas, las luces, las banderolas...Los remedios se traslada a la Av. Constitución-Plaza Nueva.

Quedamos para ver la feria en el centro, con desayuno en la bodega San Eloy, cerca de la parada del metro Puerta de Jerez.

Ya, con el cafelito y las tostadas, ¡en marcha!, a ver cómo está el Real.

Pero hubo cambio de planes, el Alcázar estaba cerca, y se decidió visitar el palacio árabe-cristiano.

No había mucha cola, compra de entradas, cuánto cuestan, si hay descuento.

Menos mal que no hacía calor, la espera se hace larga. El guardia nos dio el permiso para entrar en grupo.

Sevilla en primavera: el azahar, el romero, pájaros cantando, vuelos de golondrinas, y las rosas del Alcázar, grandes, tiñendo de colores los patios de nuestros antepasados.

El mirto, verde vivo, ramas frescas, llenas de hojas que, si las aplastas, se te queda el aroma del mirto en tus manos.

¡Qué pena, no teníamos guía! Los paneles indicativos explicaban que hay en esa sala, el porqué de este patio.

Recuerdo la visita anterior, hace 2 años, esa visita si fue con guía, y recordaba ciertos salones: el patio de montería, el salón de actos, la sala de los embajadores, el palacio mudéjar.

Las leyendas de la sala de las muñecas, los naranjos con azahar del patio de las doncellas, y el frescor de los salones interiores, adornados con conchas vieiras, piñas, flores, panel de abeja, propios de la cultura islámica.

Pasamos por los jardines, se nos olvidó la parte cristiana: la reforma del rey Carlos I de España y V de Alemania, los salones de Felipe II, y la leyenda sobre los baños de la favorita del rey, María de Padilla.

Los jardines tienen también su propia leyenda, más que jardines, parece un sitio de juegos, ya que hay un laberinto de setos, fuentes con sorpresas en su interior (picarescas ninfas, muy al gusto de Felipe II), un órgano de agua, que cada hora suena, fuentes con personajes mitológicos (¡ese Neptuno desnudo!), la fuente de Mercurio, con sus frescos sobre el trabajo, y sus hambrientas carpas.

En el Alcázar, no solo hay plantas y fuentes, también hay fauna, fauna típica de parques y jardines.

Como es primavera, los patos llaman a sus parejas, y se pueden ver con sus patitos recién nacidos. Los pavos reales abriendo sus colas, luciéndose para llamar la atención de sus hembras pavas, y llamando la atención de los visitantes, sus colas son un espectáculo natural de luz y colores reflectantes.

Peces de colores en las fuentes, con nuevas generaciones de alevines, acercándose a la superficie, para tomar el agua calentita por el sol de abril.

Los jardines del Alcázar son grandísimos, casi es un parque de Mª Luisa dentro, pero, ya estábamos cansados de tanta hermosura y de tanto caminar.

Y para celebrar que hemos visto un icono sevillano, nada mejor que refrescos y tapitas en los bares cercanos, y pensar en la próxima visita-salida.

Semana Santa dentro de las iglesias, feria trasladada al centro, pero el Alcázar seguirá en su sitio.



 

Realizado por : Mª del Mar Elías Revilla.

 

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