jueves, 6 de agosto de 2020

TRASTORNO DE PERSONALIDAD POR EVITACIÓN  (PARTE 1ª) 

“YO TE EVITO, TÚ EVITAS...YO INTENTO NO EVITARTE, TÚ INTENTA NO EVITAR…”


                                                                                         Afrontamiento: No hay otra opción mejor…

                              Resiliencia: Tengo problemas y sufro la adversidad como todos, pero los acepto y me adapto

                                                                                                           Empatía: El que da, recibe…                                

  1. INTRODUCCIÓN

En este artículo, mi intención es describir una vivencia personal, por si pudiera ser útil a alguien contar con esta información. Se trata de mi convivencia con el trastorno de personalidad por evitación. El texto tendrá continuación en el próximo número de la revista.

  1. HISTORIA PERSONAL


  • Gestación del Trastorno de personalidad 

 Mi personalidad y su evolución quedaron marcadas al empezar a aislarme de niño alrededor del final de la primera infancia y comienzos de la segunda, por un hecho puntual no grave, pero sí vivido de una forma traumática en la mente del niño que era, todo lo cual pasó desapercibido o no se le concedió mayor importancia dentro de mi entorno familiar.

  • Manifestación del Trastorno de Personalidad

 A partir de los 18 años aproximadamente, momento en que tuve que empezar a lidiar con la vida sin el entorno habitual de compañeros con los que había compartido secundaria, se empezó a manifestar todo más seriamente. Las dificultades sociales eran importantes, y el problema se agravó años después con un episodio concreto, que fue el desencadenante de una grave crisis psicológica que me obligó a ponerme en tratamiento.

  • Tratamiento del Trastorno de Personalidad

Básicamente ha sido un tratamiento con psiquiatra. Evidentemente, a este respecto, cada caso es distinto. A mí me ha tratado el especialista al que acudí cuando se desencadenó la crisis. Mi abordaje se ha desarrollado durante años, y principalmente ha consistido en exponer, contrastar y aprender a interpretar mejor las situaciones vividas en mi vida diaria en sus diferentes ámbitos (trabajo, circunstancias, dificultades y problemas personales, etc.). Por supuesto, debo citar también, la parte de ayuda proporcionada por la Asociación Avance y sus profesionales, así como otras ayudas profesionales más a las que he recurrido.


  1. EXPERIENCIA PERSONAL EN EL TRASTORNO DE PERSONALIDAD 

A continuación expongo una serie de puntos, que a mi entender han sido los más importantes a la hora de trabajar en mi proceso de reestructuración cognitiva y cambios conductuales.

  • AFRONTAR TU VIDA

No hay otra opción si se quiere mejorar. Conviene ser fiel a la realidad, para avanzar hay que sufrir un poquito. Cada cual debe saber poner su límite sin sobrepasarlo. Ese mismo proceso de pasarlo mal ayuda a cultivar la resiliencia.

Optar por lo contrario, es decir, seguir igual, y no enfrentar los problemas postponiendo o pensando que alguna vez “algo” hará que la cosa cambié, supone seguir siendo evitativo, y por tanto, llevar una vida con grandes y graves limitaciones que te pueden abocar o abocarán a ser un Peter Pan incapacitado

  • RESILIENCIA

La resiliencia es la capacidad que nos permite afrontar adecuadamente la vida y sus duras contingencias, adaptándonos a estos envites igual que hace el junco en la naturaleza. Mi resiliencia se ha forjado, entre otros, en levantarme una y otra vez de mis caídas consecuencia de mi inadaptación y de algún importante problema de salud, todo ello a mi ritmo, por supuesto. En realidad, no hay otra opción posible para poder seguir adelante.    

Asimismo, la resiliencia, sobre todo en la actualidad, que es mucho más solida, me ha ayudado con mi problema de miedos u obsesiones, ya que éstas, actualmente, no tienen esa base sólida donde sustentarse que antes sí tenían: la ausencia de resiliencia.  

  • AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA

El autoconcepto es la opinión, la visión que uno mismo tiene de sí, como se ve uno mismo. La autoestima sería lo que uno se quiere a sí mismo. Hay que tener un buen concepto de sí mismo (nunca confundirlo con la vanidad) para poderse querer. 

La personalidad admite más cambios de los que nos pensamos (plasticidad cerebral), y con trabajo y esfuerzo personal coherente, racional y  sostenido podemos cambiar aquello que nos hace sufrir o que creemos que es necesario y carecemos, y puedo dar fe de ello. 

  • EMPATÍA

Como señalaba antes, hubo un período bastante malo en mi vida, de sufrimiento vamos a llamarlo, en el que prácticamente solo había caídas. En este contexto, fui desarrollando el pensamiento introspectivo, aprendiendo a ponerme también  en el lugar de los demás. La empatía es fundamental para saber relacionarse con los demás y poder ser feliz. 

  1. EPÍLOGO A LA PRIMERA PARTE      

Gracias al tratamiento y al esfuerzo realizado, puedo afirmar que, hoy en día, tengo  una vida social bastante normalizada, que tengo trabajo, y que…creo estar… en buen camino.


No hay comentarios:

Publicar un comentario